¿Cómo saber si mi hijo sufre de maltrato en la escuela?
Es muy difícil que tu hijo te diga por él mismo que está sufriendo de un maltrato por un compañero o por una maestra. Pero, ciertas actitudes te deben de llamar la atención.
Si antes tu hijo iba a la escuela feliz, se despedía contento por la mañanas y ahora ya no quiere ir, tiene pesadillas, un cambio en su carácter y hasta un retroceso en el control de esfínter o cualquier otro aspecto. quiere decir que algo está pasando y te tiene que estar llamando la atención.
Antes de acusar a la escuela, pregúntate si hubo algún cambio en su vida que pueda estar relacionado con esa actitud (quizás la separación de los padres, el embarazo de la mamá, un cambio de domicilio, el deceso de algún familiar, la mamá regresó a trabajar, etc.). Toma en cuenta que un cambio insignificante para nosotros, puede ser algo importante para un niño.
Si la sospecha llega a ser en la escuela, entonces sigue estos pasos y confía en tu instinto y en tu hijo.
- Platica con las maestras y/o la directora, para saber qué está pasando.
- Si la explicación de las maestras no te convenció, no lleves a tu hijo hasta que averigües qué es lo que pasó realmente.
- Según la edad de tu hijo, es importante platicar con él, cuidando mucho tus preguntas. Por ejemplo, si le preguntas “¿Te pegó la maestra?” Lo más probable es que te conteste que sí. Pero si ves que alguien le pegó, mejor pregúntale “¿Qué te pasó?”, “¿Quién fue?”, “¿Dónde?”, “¿Cómo?” y “¿Cuándo?”, sin interferir en sus respuestas. Graba la conversación.
- Contacta a las autoridades competentes (DIF Nacional, Estatal, Procuraduría del Menor, etc.) diciendo que SOSPECHAS de un maltrato pero que todavía no tienes prueba. Ellos se encargarán de investigar y así asegurar la integridad de los niños pero ¡Ojo! Es muy importante que expliques bien que todavía son sospechas, ya que en caso de no haber cualquier tipo de maltrato en contra de tu hijo (o de otro), el problema legal podría ser hacia ti y no en contra del establecimiento si llegas a levantar una queja en lugar de avisar de una sospecha.
- Platica (sin acusar) con otros padres de la escuela para ver si notaron algo sospechoso.
- Si te es complicado saber por tu hijo qué es lo que realmente pasó, no dudes en acudir con profesionales como un psicólogo infantil, el cual tiene maneras de averiguar, a través de juegos, dibujos y otros métodos, qué es lo que pasó de verdad.
Lo que NO se debe de hacer:
- Hacer acusaciones publicas hasta que el maltrato esté comprobado legalmente.
- Hacer las preguntas inadecuadas a tu hijo y arriesgarte a que no esté diciendo lo que realmente pasó.
- Seguir llevando a tu hijo mientras se averigua si “de verdad pasó”.
- No avisar a las autoridades competentes de la sospecha.
Si te encuentras en esa situación y necesitas una asesoría personalizada, no dudes en contactarme.