Carrito

¿CÓMO RECONOCER UNA CRIANZA PERMISIVA?

 

Una crianza permisiva no proporciona los límites necesarios para el sano desarrollo de un niño. Ser capaz de reconocer si su hijo necesita más límites es importante para poder adaptar el estilo de crianza y así propiciar un ambiente sano y equilibrado en la familia.

 

IMPULSIVO CON FRECUENTES ATAQUES DE IRA

 

Todos los niños son impulsivos pero los niños a quienes les hacen falta límites lo son más. Frecuentemente explotan, pierden el control y viven ataques de ira muy fuertes hacia los demás y a veces hacia ellos mismos. Durante estos ataques, pueden tener mucha fuerza y ser violentos hacia las personas que se encuentran a su alrededor.

La falta de límites establecidos por sus padres (o adulto cuidador) genera una falta de control emocional y no le permite ser consciente de lo que está permitido hacer y lo que no. Por lo mismo explota con tanta intensidad.

 

COMPORTAMIENTO INADECUADO EN AUMENTO

 

Los límites generan seguridad a los niños. Por lo mismo, cuando un niño no cuenta con los límites suficientes, los buscará. Una manera de buscarla es actuando de una manera que no debería ser aceptable, esperando observar una reacción de parte del adulto. En caso de que el adulto no contesté, el niño, de manera insconsciente aumentará la intensidad de su comportamiento inadecuado, y eso hasta obtener lo que necesita : Una respuesta (un límite) que le generé esa seguridad que tanto necesita.

 

RECHAZO A LA AUTORIDAD

 

Si en casa no hay límites, difícilmente será capaz de tolerar la autoridad en general. Los padres son las primeras figuras de autoridad, son los que enseñan cómo se establece la autoridad. Si un niño no está acostumbrado por sus padres a seguir reglas, a ver la autoridad como algo sano y necesario, será muy difícil para él aceptar la autoridad de parte de alguien más.

DIFICULTADES PARA SOCIABILIZAR

 

Existen reglas de convivencia en la sociedad que nos permiten tener relaciones sanas con más personas. Un niño que no está acostumbrado a entender ni respetar las reglas, no será capaz de entender esas reglas básicas de convivencia. Por lo mismo, le costará mucho trabajo sociabilizar con compañeros de su edad. No tanto porque no quiere hacer amigos, sino porque no es capaz de entender cómo hacerlos.

EGOCENTRICO

 

Todos los niños son egocéntricos hasta un cierto punto, por inmadurez cerebral. Los niños creciendo en una familia permisiva lo son más que otros. No son capaces de tener empatía, de ponerse en el lugar del otro para adaptar su actitud a los sentimientos y necesidades del otro. Una vez más, no se trata de una falta de voluntad sino de una incapacidad real del niño de hacerlo.

 

BAJA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN

 

En casa, lo que pide lo tiene y en general los padres no quieren que sus hijos vivan la frustración para evitar que viva ese sufrimiento. Pero fuera de la casa, las frustraciones son inevitables y si el niño no ha vivido la frustración dentro de la casa de manera natural y sana, será incapaz de manejar esa frustración (desconocida) fuera de casa.

 

 

Los límites generan seguridad, alta autoestima y confianza hacia los adultos que los establecen.  Una educación permisiva es considerada como un maltrato infantil por negligencia.

Lo bueno es que, sin importar la edad de tu hijo, todavía estás a tiempo para corregirlo y podrás observar cambios de manera inmediata si te abres a la posibilidad de que los límites son positivos, necesarios y respetuosos.

 

Si necesitas acompañamiento o si tienes dudas, contactame : 

 

AGENDAR UNA SESIÓN PERSONALIZADA

 

PARTICIPA AL TALLER 100% ONLINE
“LIMITES RESPETUOSOS”
Taller "Límites respetuosos"