Carrito

Tu bebé ha cambiado: antes era un niño muy tranquilo que pedía brazos como cualquier niño, pero ahora… ¡Ahora pide todo el día! ¡No te deja ni ir al baño! ¡No te puedes separar de él ni un segundo si no quieres que entre en llantos incontrolables! La gente te empieza a criticar, te sientes mala madre, no sabes qué hiciste “mal” para estar pasando por eso…
¿Te reconoces en esta situación? Felicidades están pasando por la famosa “angustia de separación
¡Quédate!, que este articulo esta hecho para ti.

¿Qué es la angustia de separación?

Esa crisis, es parte del crecimiento de un bebé. Aparece en general alrededor de los 8 meses de edad (recordando siempre que cada niño es diferente y que puede variar bastante). Es una etapa necesaria para el desarrollo de un niño y no es debido a algún comportamiento erróneo de parte de los padres, sino todo lo contrario.

¿Por qué existe esta angustia?

Desde el embarazo, el bebé y la mamá son una sola persona, viven en el mismo cuerpo y el feto depende totalmente de la madre. No puede sobrevivir sin ella, es parte integral de ella.

Al nacer, la mamá puede llegar a sentir alguna crisis debida a las hormonas, pero también al hecho de sentirse separada de su bebé. Muchas mamás sufren del hecho de ya no tener esa relación exclusiva con su bebé ya que ahora, otras personas lo pueden cargar, a veces alimentar, tocar, sentir, etc…

Un recién nacido no tiene consciencia todavía de ya no ser una sola persona con su mamá. Ese concepto, lo empezará a entender justo a la edad de 8 meses.

¿Será una coincidencia? Por supuesto que no…

En paralelo, tu bebé no logra entender que cuando no ve una cosa, sigue existiendo. A esa edad, se mueren de la risa haciendo “¿On’ ta’ bebé?…. ¡Acá! “. Hagan de cuenta que les están haciendo un truco de magia.

Mezclando esos dos conceptos, el niño ya es consciente de ser un individuo diferente de mamá, pero no entiende que cuando no la ve, sigue existiendo… Osea, que a esa edad, cuando esta pasando por esa etapa, el bebé siente que su mamá ya no existe, su mamá nunca regresará, a partir del momento en el que no la ve.

Ponte en el lugar de un bebé de esa edad, que ha sido abandonado por su mamá, su figura de apego primero, “su todo”… ¿Ahora entiendes por qué entra en crisis al instante en que la mamá corre al baño?

Ya que entendiste lo que siente tu bebé, vamos a ver qué es lo que se tiene qué hacer para ayudarlo a pasar esa crisis de la mejor manera.

¿Cómo manejar esa angustia?

La gente opinará…

Obviamente, la gente te empieza a criticar, te hace sentir mala madre… “Algo hiciste mal para que tu hijo esté así” y van a buscar cuál podría ser la razón, y la van a encontrar (según ellos) y en el peor de los casos, hasta te pueden convencer: “La lactancia” “Deja de cargarlo” “Lo conscientes demasiado” “Es que nunca lo dejas llorar” y puedo seguir así… Y rara vez encontrarás a alguien que te diga la verdadera razón que es “la angustia de separación”.

Escucha por educación, pero no hagas caso. El ser una buena madre, atenta a las necesidades de tu bebé no le puede causar ningún daño. No permitas que los “consejos” de los demás te hagan dudar sobre la buena madre que eres. Escucha y filtra. Toma los consejos que te parecen buenos, deja ir los demás e infórmate siempre. Escucha tu instinto maternal…

No es un retroceso…

No tomes esa etapa como un retroceso en el desarrollo de tu bebé sino, más bien, como un avance. Tu bebé necesita pasar por esa angustia para ser un niño independiente en el futuro. Esa etapa también, puede fortalecer aun más la relación madre-hijo/a.

Respeta la voluntad de tu bebé…

Si tu bebé no quiere ir en brazos de alguien más, no lo obligues. Platica con él, tranquilízalo, explícale quien es esa persona (aun cuando la conoce) e intenta convencerlo con amor, que no sienta presión de tu parte ni de ninguna otra persona. Dale importancia a sus deseos y necesidades y pide disculpas a las personas (probablemente frustradas por no haber podido cargar a tu hijo), si tienes ganas de informar, platica sobre esa angustia normal por la que está pasando tu bebé. Pero sé firme con el hecho de que si no quiere, no lo cargará nadie. Eso generará todavía más seguridad en tu bebé, ya que se sentirá totalmente protegido por ti.

Acepta el sufrimiento de tu bebé…

No subestimes el dolor que pueda sentir tu bebé al llorar. A veces para nosotros, sus reacciones pueden ser vistas como muy exageradas. Pues para él no lo son. Su llanto, con su intensidad es la expresión de lo que siente en ese instante. Valida esas emociones, apóyalo y acompáñalo sin juzgarlo.

Las separación no le enseñará…

“Déjalo, así aprenderá”… ¡No! Así no aprenden los niños.. Y los bebés, menos…
¿Cómo aprenderá tu bebé? Con el tiempo, con mucho amor, con imitación y con la seguridad que pueda sentir al estar con sus papás.

Si la separación es inevitable. Es importante hablar mucho con el bebé antes de la separación. Explicarle el por qué de esa separación, recordarle que vas a regresar, que vas a hacer todo lo posible para estar con él lo más pronto posible y que también lo vas a extrañar. Organiza reencuentros emocionantes, que la idea del reencuentro le ayude a superar la separación. Eso tardará en funcionar, pero funcionará.

A través del juego, ayúdalo a madurar…

En cuanto a tu bebé, entenderá que aun fuera de su vista sigues ahí, viva, y ya las separaciones no serán tan difíciles porque será consciente del próximo reencuentro. Para ayudarlo a entender ese concepto, puedes hacer varias cosas como:

  • Esconder pelotas y buscarlas con él
  • El “on’ ta’ bebé” también es un super ejercicio. Primero quita tú el trapo, luego anímalo a que él lo quite (lo motivas a encontrarte).
  • Cuando te alejas de él y quedas fuera de su vista, háblale más fuerte y anímalo a que te conteste hablando fuerte también.
  • Cántale canciones en voz baja cuando estás a su lado, ve alejándote poco a poco cantando la canción cada vez más fuerte… Vuélvete a acercar, bajando el tono…
  • Pasan tiempo de calidad con tu bebé, abrázalo, apapáchalo, compruébale de todas las maneras del mundo que puede contar contigo y que tu amor por él es infinito.

A final de cuentas, todos queremos tener niños independientes, felices, seguros… Y para eso, hay que aceptar que los bebés no son y no deben ser independientes ni seguros, y que para ser feliz, un bebé necesita estar con sus padres.

Si necesitas cualquier información, o si tienes dudas, sugerencias o quejas, contáctame.